domingo, 31 de diciembre de 2017

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 243




YOUCAT Pregunta n. - 243 ¿Para quién está destinado el sacramento de la Unción de los enfermos?


(Respuesta YouCat) El sacramento de la Unción de los enfermos lo puede recibir todo creyente que se encuentre en una situación crítica en su salud.    

Reflecciones y puntos a profundizar  (Comentario CIC)   (C.I.C 1514) La unción de los enfermos "no es un sacramento sólo para aquellos que están a punto de morir. Por eso, se considera tiempo oportuno para recibirlo cuando el fiel empieza a estar en peligro de muerte por enfermedad o vejez" (Sacrosanctum Concilium, 73; cf. CIC cánones 1004, 1. 1005. 1007; CCEO canon 738). (C.I.C 1515) Si un enfermo que recibió la unción recupera la salud, puede, en caso de nueva enfermedad grave, recibir de nuevo este sacramento. En el curso de la misma enfermedad, el sacramento puede ser reiterado si la enfermedad se agrava. Es apropiado recibir la Unción de los enfermos antes de una operación importante. Y esto mismo puede aplicarse a las personas de edad edad avanzada cuyas fuerzas se debilitan. 

Para meditar  
(Comentario YouCat) La Unción de los enfermos se puede recibir varias veces a lo largo de la vida. Por eso tiene sentido que también personas jóvenes soliciten este sacramento, por ejemplo cuando se someten a una operación grave. Muchos cristianos unen en este momento la Unción con una con-fesión general, porque en caso de muerte quieren entrar a la presencia de Dios con la conciencia limpia.   

(Comentario CIC) (C.I.C 1528) El tiempo oportuno para recibir la Santa Unción llega ciertamente cuando el fiel comienza a encontrarse en peligro de muerte por causa de enfermedad o de vejez. (C.I.C 1529) Cada vez que un cristiano cae gravemente enfermo puede recibir la Santa Unción, y también cuando, después de haberla recibido, la enfermedad se agrava. 
 
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sábado, 30 de diciembre de 2017

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 242



YOUCAT Pregunta n. - 242 – Parte II. ¿Por qué debe la Iglesia preocuparse especialmente de los enfermos?


(Respuesta YouCat – repeticion) Jesús nos enseña que el cielo sufre cuando nosotros sufrimos. Dios quiere ser reconocido incluso en «uno de estos mis hermanos más pequeños» (Mt 25,40). Por eso Jesús ha establecido el cuidado de los enfermos como tarea central para sus discípulos. Los exhorta: «Curad enfermos» (Mt 10,8), y les promete el poder divino: «Echarán demonios en mi nombre... impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos» (Mc 16,17-18).     

Reflecciones y puntos a profundizar  (Comentario CIC)  (C.I.C 1509) "¡Sanad a los enfermos!" (Mt 10,8). La Iglesia ha recibido esta tarea del Señor e intenta realizarla tanto mediante los cuidados que proporciona a los enfermos como por la oración de intercesión con la que los acompaña. Cree en la presencia vivificante de Cristo, médico de las almas y de los cuerpos. Esta presencia actúa particularmente a través de los sacramentos, y de manera especial por la Eucaristía, pan que da la vida eterna (cf. Jn 6, 54. 58) y cuya conexión con la salud corporal insinúa San Pablo (cf. 1Co 11,30). 

Para meditar 
(Comentario YouCat) Uno de los rasgos determinantes del cristianismo ha sido siempre que los ancianos, los enfermos y los necesitados de cuidados estén en el centro. Madre Teresa, que cuidó de los moribundos en los suburbios de Calcuta, es sólo una persona en una larga cadena de cristianos y cristianas que encontraron a Cristo precisamente en aquellos que eran excluidos y evitados por los demás. Cuando los cristianos son verdaderamente cristianos, brota de ellos un efecto curativo. Algunos reciben incluso el don de curar corporalmente en la fuerza del Espíritu Santo (carisma de la sanación (carismas). 

(Comentario CIC) (C.I.C 1510) No obstante la Iglesia apostólica tuvo un rito propio en favor de los enfermos, atestiguado por Santiago: "Está enfermo alguno de vosotros? Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor. Y la oración de la fe salvará al enfermo, y el Señor hará que se levante, y s i hubiera cometido pecados, le serán perdonados" (St 5,14-15). La Tradición ha reconocido en este rito uno de los siete sacramentos de la Iglesia (cf. San Inocencio I: DS 216; Concilio de Florencia: DS 1324-1325; Concilio de  Trento: DS 1695-1696; 1716-1717).  

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viernes, 29 de diciembre de 2017

Comentario CIC al YouCat. Pregunta n. 242



YOUCAT Pregunta n. - 242 – Parte I. ¿Por qué debe la Iglesia preocuparse especialmente de los enfermos?


(Respuesta YouCat) Jesús nos enseña que el cielo sufre cuando nosotros sufrimos. Dios quiere ser reconocido incluso en «uno de estos mis hermanos más pequeños» (Mt 25,40). Por eso Jesús ha establecido el cuidado de los enfermos como tarea central para sus discípulos. Los exhorta: «Curad enfermos » (Mt 10,8), y les promete el poder divino: «Echarán demonios en mi nombre... impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos» (Me 16,17-18).    

Reflecciones y puntos a profundizar  (Comentario CIC) (C.I.C 1506) Cristo invita a sus discípulos a seguirle tomando a su vez su cruz (cf. Mt 10,38). Siguiéndole adquieren una nueva visión sobre la enfermedad y sobre los enfermos. Jesús los asocia a su vida pobre y humilde. Les hace participar de su ministerio de compasión y de curación: "Y, yéndose de allí, predicaron que se convirtieran; expulsaban a muchos demonios, y ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban" (Mc 6,12-13). (C.I.C 1507) El Señor resucitado renueva este envío ("En mi nombre [...] impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien"; Mc 16,17-18) y lo confirma con los signos que la Iglesia realiza invocando su nombre (cf. Hch 9,34; 14,3). Estos signos manifiestan de una manera especial que Jesús es verdaderamente "Dios que salva" (cf. Mt 1,21; Hch 4,12).  


Para meditar
(Comentario YouCat) Uno de los rasgos determinantes del cristianismo ha sido siempre que los ancianos, los enfermos y los necesitados de cuidados estén en el centro. Madre Teresa, que cuidó de los moribundos en los suburbios de Calcuta, es sólo una persona en una larga cadena de cristianos y cristianas que encontraron a Cristo precisamente en aquellos que eran excluidos y evitados por los demás. Cuando los cristianos son verdaderamente cristianos, brota de ellos un efecto curativo. Algunos reciben incluso el don de curar corporalmente en la fuerza del Espíritu Santo (carisma de la sanación (carismas).

(Comentario CIC)  (C.I.C 1508) El Espíritu Santo da a algunos un carisma especial de curación (cf. 1Co 12,9. 28. 30) para manifestar la fuerza de la gracia del Resucitado. Sin embargo, ni siquiera las oraciones más fervorosas obtienen la curación de todas las enfermedades. Así San Pablo aprende del Señor que "mi gracia te basta, que mi fuerza se muestra perfecta en la flaqueza" (2Co 12,9), y que los sufrimientos que tengo que padecer, tienen como sentido lo siguiente: "Completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de su Cuerpo, que es la Iglesia" (Col 1,24).

(Continua la Pregunta: ¿Por qué debe la Iglesia preocuparse especialmente de los enfermos?) 

jueves, 28 de diciembre de 2017

Comentario CIC al YouCat Pregunta n. 241



YOUCAT Pregunta n. - 241– Parte II. ¿Por qué mostró Jesús tanto interés por los enfermos?


(Respuesta YouCat – repeticion) Jesús vino para mostrar el amor de Dios. Con frecuencia lo hizo allí donde nos sentimos especialmente amenazados: en el debilitamiento de nuestra vida a causa de la enfermedad. Dios quiere que recuperemos la salud de alma y cuerpo, y que a causa de ello creamos y reconozcamos el reino de Dios que viene.

Reflecciones y puntos a profundizar   (Comentario CIC)  (C.I.C 1504) A menudo Jesús pide a los enfermos que crean (cf. Mc 5,34.36; 9,23). Se sirve de signos para curar: saliva e imposición de manos (cf. Mc 7,32-36; 8, 22-25), barro y ablución (cf. Jn 9,6s). Los enfermos tratan de tocarlo (cf. Mc 1,41; 3,10; 6,56) "pues salía de él una fuerza que los curaba a todos" (Lc 6,19). Así, en los sacramentos, Cristo continúa "tocándonos" para sanarnos. 

Para meditar 
(Comentario YouCat)  A veces hay que enfermar para reconocer qué es lo que necesitamos por encima de todo, tanto enfermos como sanos: a Dios. No tenemos vida, si no es en él. Por eso los enfermos y pecadores tienen un instinto especial para lo esencial. Ya en el Nuevo Testamento eran precisamente los enfermos quienes buscaban la cercanía de Jesús; intentaban «tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos» (Le 6,19).    

(Comentario CIC) (C.I.C 1505) Conmovido por tantos sufrimientos, Cristo no sólo se deja tocar por los enfermos, sino que hace suyas sus miserias: "El tomó nuestras flaquezas y cargó con nuestras enfermedades" (Mt 8,17; cf. Is 53,4). No curó a todos los enfermos. Sus curaciones eran signos de la venida del Reino de Dios. Anunciaban una curación más radical: la victoria sobre el pecado y la muerte por su Pascua. En la Cruz, Cristo tomó sobre sí todo el peso del mal (cf. Is 53,4-6) y quitó el "pecado del mundo" (Jn 1,29), del que la enfermedad no es sino una consecuencia. Por su pasión y su muerte en la Cruz, Cristo dio un sentido nuevo al sufrimiento: desde entonces éste nos configura con Él y nos une a su pasión redentora.  
 
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